En nuestro blog, siempre te ofrecemos información sobre la práctica del yoga, y en este artículo tratamos la meditación Dhyana.
De los 8 pasos del yoga descritos en los Yoga Sutras de Patanjali, encontramos en el séptimo lugar la meditación Dhyana, donde se libera la mente en un plano más alto que la razón.
EL YOGA DIFERENCIA CLARAMENTE LA CONCENTRACION Y LA MEDITACION
La concentración (Dharana) es el sexto paso del yoga de ocho ramas, e implica enfocar la mente en un objeto externo o punto interno de manera contínua y sin interrupciones, mientras que la meditación (Dhyana) consiste en el séptimo paso, y se refiere a liberar la mente, trascendiendo así la experiencia ordinaria.
Así la concentración estabiliza la mente, mientras que la meditación hace olvidar el cuerpo y el mundo.
La meditación no es una práctica fácil, y requiere de práctica. Concentrar y controlar la mente no es algo trivial y para facilitar esta práctica, podemos contar con apoyos como la visualización de imágenes o la recitación de mantras.
LA IMPORTANCIA DEL PRANAYAMA EN LA MEDITACIÓN
Meditar es un acto que requiere de relajación e introspección. Para lograr la meditación subjetiva se busca tranquilizar el parloteo constante que se tiene en la mente, así la principal manera de meditar subjetivamente, es enfocar la mente en la respiración, practicando lo que en yoga se conoce como Pranayama.
El Pranayama es una acción purificadora por excelencia, así dominando el acto de respirar, se controlan de manera eficiente los diferentes movimientos del cuerpo y las diferentes corrientes nerviosas que se producen a través del organismo.
Por medio de esta práctica, se logra controlar y desarrollar no sólo el cuerpo, sino la mente y el alma, logrando armonizar conscientemente la vida individual con la vida cósmica.
La respiración controlada por el pensamiento a voluntad, es una fuerza que se puede utilizar para el desarrollo integral y se configura en una técnica que facilita la concentración, induce a la meditación y logra la superación.
Por estos motivos, el Pranayama es una valiosa herramienta para lograr la meditación Dhyana.
LA MEDITACIÓN EN LA CULTURA OCCIDENTAL
Aunque meditar es una práctica milenaria en las culturas orientales, en la civilización occidental es de reciente aplicación y tiende a ser vista como una simple técnica para liberarse del estrés causado por las actividades diarias, desechando el verdadero valor que tiene. Las técnicas místicas que elevan a las personas a niveles superiores en doctrinas orientales como el hinduismo y el budismo, encuentran en la meditación Dhyana, una esencia de naturaleza trascendental, que sirve de vehículo para el desarrollo de la conciencia personal.
Para disfrutar de los beneficios de la meditación profunda, no es necesario convertirse a ninguna religión o filosofía diferente, si se combina la meditación con la práctica de actividades saludables, procurando hábitos que conecten con lo interior y llevando una vida éticamente correcta, con seguridad se logrará expandir el desarrollo individual y espiritual propio de todo ser humano.
Otros temas que hemos tratado en nuestro blog son: el Yama, los Niyamas, las Asanas, el Pranayama, el Drishti, el Pratyahara y Dharana.
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