En nuestro blog hemos ido viendo los 8 pasos del yoga según Patanjali, hasta llegar al último, el Samadhi.
Samadhi es la etapa final de los ocho caminos contemplados en el Ashtanga yoga. Es “el estado de Despertar”, el resultado de una práctica de yoga correcta, que ya ha recorrido los 7 pasos precursores.
Esta trayectoria, nos muestra cómo el yoga es una filosofía de vida que integra diferentes técnicas físicas, mentales y espirituales; combinadas de distintos modos con el fin de ayudarnos a desarrollar nuestro potencial humano. Una forma de liberarnos del sufrimiento y reconectarnos con nuestra esencia espiritual.

Cuando se experimenta el estado de samadhi el meditador siente una interconexión con todos los seres vivos y comprende el sentimiento de unidad y está en paz y feliz con todo lo que es, tal como es. Alcanzar samadhi no es una tarea fácil y posiblemente muchos de nosotros no lleguemos nunca a vivir este estado de conciencia tan elevado de manera permanente, por eso es importante deshacerse de cualquier expectativa.
Aunque todos los esfuerzos del yogui están encaminados hacia el samadhi, punto terminal de un largo recorrido, eso no quiere decir que todo el que practica yoga pretenda alcanzar el samadhi o incluso se lo proponga. Son infinidad los practicantes que no aspiran al samadhi e incluso que no conocen la existencia de dicha experiencia transpersonal.
Muchos profesores también creen erróneamente que su estado mental no les permite concentrarse en el pranayama y la meditación hasta no haber perfeccionado la práctica del asana, un error que puede retrasar el inicio de conocer la verdadera esencia de esta práctica.
Así podemos encontrar una diferencia clara entre lo que es un yogui y lo que es un simple practicante de algunas técnicas propias del yoga.
Características de samadhi
El yogui se concentra plenamente en su objeto de meditación (físico o imaginado) de forma que cree una fusión y unidad con él.
Experimentamos un estado de dicha, de intensa y profunda felicidad tanto física como psíquica.
Alcanzamos un estado de iluminación y despertamos nuestra conciencia. En un estado avanzado de samadhi no surge ningún pensamiento en la mente del yogui. Ni siquiera sobre el objeto con el que inició la meditación. Una conciencia estabilizada, iluminada, desprovista de la agitación de los pensamientos. Si el pensamiento humano es conciencia en movimiento, el samadhi es conciencia quieta.
Otras características de Samadhi es la suspensión de la respiración para que la corriente mental detenga su movimiento perpetuo.
Conclusión
Ciertamente, no todas las personas hoy son capaces de recorrer el largo camino y lograr alcanzar la etapa definitiva de Samadhi. Es una disciplina estricta que requiere de un compromiso sólido y una dedicación constante, pero que está allí, al alcance de quienes realmente desean experimentar niveles sorprendentes de conciencia y espiritualidad. Un camino fascinante que todos los seres humanos deberíamos descubrir para conocer nuestra verdadera esencia.
Otros temas que hemos tratado en nuestro blog son: el Yama, los Niyamas, las Asanas, el Pranayama, el Drishti, el Pratyahara, Dharana y Dhyana.